Los últimos acontecimientos relativos a la visita del Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Pete Hegseth, han dejado en evidencia que las amenazas del presidente Donald Trump, en relación al Canal de Panamá, tenían una hoja de ruta que está siendo ejecutada, sin que los ciudadanos tengamos claridad sobre lo que está ocurriendo.

Además de las contradicciones y ausencias de temas claves —como la soberanía de Panamá sobre el Canal o la exoneración del pago del peaje de los buques de guerra de los Estados Unidos— en la versión en inglés de la Declaración Conjunta, nos hemos enterado que la presencia militar estadounidense en Panamá aumentará de forma importante, y para ello se utilizarán las antiguas bases de Sherman y Rodman.

Desde que inició esta crisis que pone en peligro la histórica lucha del pueblo panameño por alcanzar su soberanía total, fue evidente la necesidad de que el gobierno nacional sumara a todos aquellas personas —sin distinción política— que por su experiencia o conocimientos pudieran ayudar en la elaboración de una estrategia efectiva. No sucedió.

Hoy, el país vive en la incertidumbre sobre el alcance de las exigencias de los Estados Unidos, así como de las herramientas que tenga Panamá para evitar afectaciones reales a su soberanía. Al respecto, un preocupante comunicado del Sindicato de Prácticos del Canal, ha informado al país que un buque de guerra de los Estados Unidos se negó a izar la bandera de Panamá.

Estamos enfrentando un momento crítico en nuestra historia y debemos hacerlo con hidalguía. Para ello, como parte de la sociedad civil organizada, solicitamos al presidente, José Raúl Mulino, que informe al país todos los detalles de lo que está ocurriendo; los acuerdos en marcha e, incluso, las presiones que está recibiendo en caso de ser así. El país requiere transparencia para lograr la unidad frente a la amenaza a nuestra soberanía.

Panamá, 10 de abril de 2025.

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Olga de Obaldía